Cómo encontrar la carrera profesional adecuada para ti
Todo el mundo dice que es importante encontrar un trabajo en el que seas bueno, pero nadie te dice cómo.
El consejo habitual es que pienses en ello semanas y semanas hasta que “descubras tu talento”. Para ayudarte, existen asesores de carreras profesionales que te hacen cuestionarios sobre tus intereses y preferencias. Otros recomiendan que te tomes un año sabático, que reflexiones profundamente, que imagines distintas opciones y que intentes averiguar qué es lo que realmente te motiva.
Pero como vimos en un artículo anterior, llegar a ser realmente bueno en la mayoría de las cosas lleva décadas de práctica. Así que, en gran medida, las habilidades se construyen en lugar de “descubrirse”. Darwin, Lincoln y Oprah Winfrey acumularon fracasos en el comienzo de sus carreras profesionales, pero después terminaron dominando por completo sus campos. Un maestro de Albert Einstein escribió sobre él, en un informe de 1895: “Nunca llegará a nada”.
La pregunta “¿en qué soy bueno?” limita innecesariamente tus opciones. Es mejor que te preguntes: “¿en qué podría llegar a ser bueno?“.
Por otro lado, el principal problema es que estos métodos no son fiables. Existen muchos estudios que demuestran que, aunque es posible, es difícil predecir de antemano en qué serás bueno. Dejarse llevar por el instinto es muy poco fiable; además, las pruebas de orientación vocacional tampoco funcionan muy bien.
En lugar de ello, debes estar preparado para pensar como un científico: debes informarte sobre tus opciones y ponerlas a prueba, dirigiendo tu mirada hacia afuera más que hacia adentro. Aquí te explicamos por qué y cómo.

Tiempo de lectura: 25 minutos
Resumen
- La aptitud personal es la posibilidad de destacarte en un trabajo si te esfuerzas en él.
- La aptitud personal es incluso más importante de lo que la mayoría de la gente cree, porque aumenta tu impacto, tu satisfacción laboral y tu capital profesional.
- Los estudios demuestran que es difícil saber de antemano en qué serás bueno. Los tests vocacionales, los ensayos de introspección o simplemente “dejarse llevar por el instinto” no parecen buenas maneras de averiguarlo.
- En lugar de eso, piensa como un científico: haz las mejores conjeturas posibles (hipótesis) sobre las carreras profesionales que podrían ser adecuadas para ti, identifica tus incertidumbres clave sobre esas conjeturas y luego investiga esas incertidumbres.
- Busca primero las formas más baratas de poner a prueba tus opciones, creando una “escalera” de pruebas. Por lo general, el primer paso es hablar con personas que ya hagan ese trabajo. Luego, podrías postularte a algunos puestos de trabajo o buscar formas de realizar proyectos breves que se asemejen al trabajo real.
- Pueden pasar años hasta que encuentres la carrera adecuada, y nunca estarás seguro de ello. Así que, incluso cuando aceptes un trabajo, considéralo también un experimento. Pruébalo durante un par de años y actualiza tus conjeturas.
- Al principio de tu carrera, si tienes la seguridad necesaria, puede valer la pena que te plantees probar varias carreras, que apuntes alto y que estés dispuesto a abandonarlas si algo no va del todo bien. Esto puede ser más fácil si analizas cuidadosamente en qué orden explorar las opciones y si tienes buenos planes alternativos.
Ser bueno en tu trabajo es más importante de lo que crees
Todo el mundo admite la importancia de que encuentres un trabajo en el que seas bueno. Pero nosotros creemos que es aún más importante de lo que la mayoría de la gente piensa, especialmente si te importa el impacto social.
En primer lugar, las personas con más éxito en un campo representan una fracción desproporcionadamente grande del impacto. Un estudio de referencia sobre el desempeño de los expertos reveló lo siguiente:1
Un pequeño porcentaje de los trabajadores de cualquier ámbito es responsable de la mayor parte del trabajo. Por lo general, el 10 % de la élite más prolífica puede atribuirse alrededor del 50 % de todas las contribuciones, mientras que el 50 % de los trabajadores menos productivos solo puede arrogarse el 15 % del trabajo total, y el trabajador más productivo suele ser unas 100 veces más prolífico que el menos productivo.
Por lo tanto, si se representara el grado de éxito en un gráfico, se vería así:

Es la misma forma de pico de los gráficos que ya hemos visto varias veces en esta guía.
En el artículo sobre los empleos de alto impacto, lo vimos en acción en áreas como la investigación y el activismo. En investigación, por ejemplo, el 0,1 % de los mejores trabajos reciben 1000 veces más citas que la media.
Se trata de ámbitos en los que los resultados están especialmente sesgados, pero nuestro examen de las pruebas sugiere que los mejores en casi cualquier campo tienen un rendimiento significativamente mayor que la persona típica. Cuanto más complejo es el campo, más significativo es el efecto, por lo que es especialmente notable en trabajos como investigador, ingeniero de software y emprendedor.
Ahora bien, algunas de estas diferencias se deben simplemente a la suerte: incluso si todo el mundo fuera igual de apto, podría haber grandes diferencias en los resultados solo porque algunas personas tienen suerte y otras no. Sin embargo, es casi seguro que una parte se debe a la habilidad, lo que significa que tendrás mucho más impacto si eliges un área en la que te guste el trabajo y tu aptitud personal sea alta.
En segundo lugar, como decíamos, tener éxito en tu campo te da más capital profesional. Esto parece obvio, pero puede ser muy importante. En general, ser conocido como una persona que consigue cosas y es excelente en lo que hace puede abrir todo tipo de oportunidades (a menudo sorprendentes).
Así, muchas organizaciones contratarán a alguien sin experiencia en su área, si esa persona ha hecho algo impresionante en otra parte (por ejemplo, muchas empresas de IA han contratado a personas sin experiencia en IA). Los miembros de juntas directivas de organizaciones benéficas y empresas suelen ser personas de éxito contratadas en otros campos. O puede que conozcas a alguien de otro campo que admire tu trabajo y quiera colaborar contigo. (En nuestro podcast con Holden Karnofsky ahondamos en los argumentos a favor de tratar de ser el mejor en cualquier cosa).
Además, tener éxito en cualquier campo -aunque parezca un poco aleatorio- te da influencia, dinero y conexiones, que, como también hemos tratado, pueden utilizarse para fomentar todo tipo de buenas causas, incluso las que no están relacionadas con tu campo.

En tercer lugar, ser bueno en tu trabajo y adquirir una sensación de dominio es un componente vital para estar satisfecho en tu trabajo. Ya hablamos de ello en el primer artículo de la guía.
Por todo ello, la aptitud personal es uno de los factores clave que hay que buscar en un trabajo. Entendemos “aptitud personal” como las probabilidades de destacarte en un trabajo, si te esfuerzas.
Si juntáramos todo lo que hemos tratado hasta ahora en la guía, esta sería nuestra fórmula para un trabajo perfecto:

Puedes utilizar estos factores para comparar las distintas opciones profesionales (más información sobre cómo hacerlo en otro artículo).
La aptitud personal es como un multiplicador de todo lo demás, lo que significa que probablemente sea más importante que los otros tres factores. Por lo tanto, nunca recomendaríamos aceptar un trabajo de “alto impacto” que se te dé mal. Pero, ¿cómo puedes averiguar qué trabajo es mejor para ti?
Esperamos que tengas algunas ideas aproximadas sobre las opciones a largo plazo gracias a lo que vimos anteriormente en la guía. Ahora te explicaremos cómo reducir las opciones hasta encontrar la carrera adecuada para ti.
(Un inciso avanzado: si trabajas como parte de una comunidad, tu ventaja comparativa con respecto a otras personas de la comunidad también es importante. Leer más.)
Por qué no funcionan la introspección, el instinto y las pruebas de orientación vocacional
El rendimiento es difícil de predecir con antelación
Cuando pensamos en qué carrera elegir, nuestro primer instinto suele ser mirar hacia adentro en lugar de hacia fuera: “sigue tu instinto” o “sigue a tu corazón”.
Las personas a las que asesoramos suelen pasarse días agonizando sobre qué opciones parecen las mejores, intentando resolverlo desde el sillón o mediante la introspección.
Estos enfoques dan por sentado que es fácil saber de antemano para qué vas a ser bueno. Pero la verdad es que no es así.
Este es el mejor estudio que hemos podido encontrar hasta ahora sobre cómo predecir el rendimiento en distintos trabajos durante los próximos dos años. Se trata de un metaanálisis de las pruebas de selección utilizadas por los empleadores, basado en cientos de estudios realizados a lo largo de 100 años.2 He aquí algunos de los resultados:
Tipo de prueba de selección | Correlación con el rendimiento laboral (r) |
---|---|
Pruebas de CI | 0,65 |
Entrevistas (estructuradas) | 0,58 |
Entrevistas (no estructuradas) | 0,58 |
Valoraciones de compañeros | 0,49 |
Pruebas de conocimiento del puesto | 0,48 |
Pruebas de integridad | 0,46 |
Procedimiento de prueba de trabajo | 0,44 |
Promedio de notas | 0,34 |
Pruebas de muestras de trabajo | 0,33 |
Modelo tipológico de Holland | 0,31 |
Experiencia laboral (años) | 0,16 |
Años de educación | 0,10 |
Grafología | 0,02 |
Edad | 0,00 |
Casi todas estas pruebas son bastante malas. Una correlación de 0,6 es bastante débil. Y la precisión de las predicciones a largo plazo es probablemente incluso peor.a Por tanto, aunque intentes predecir con las mejores técnicas disponibles, te equivocarás la mayor parte del tiempo: los candidatos que parecen malos a menudo resultan buenos, y viceversa.
Cualquiera que haya contratado a alguien antes le dirá que eso es exactamente lo que ocurre (y hay algunas pruebas sistemáticas de ello)b Y como contratar es tan caro, los empresarios realmente quieren elegir a los mejores candidatos. También saben exactamente lo que requiere el puesto: si incluso a ellos les resulta muy difícil averiguar de antemano quién va a rendir mejor, probablemente no tengas muchas posibilidades.
No te dejes llevar por tu instinto
Si tuvieras que intentar predecir el rendimiento por adelantado, “seguir tu instinto” no es la mejor forma de hacerlo. Las investigaciones sobre la ciencia de la toma de decisiones recopiladas a lo largo de varias décadas demuestran que la toma de decisiones intuitiva solo funciona en determinadas circunstancias.
Por ejemplo, tu instinto te puede decir muy rápidamente si alguien está enfadado contigo. Esto se debe a que nuestro cerebro está biológicamente programado para avisarnos rápidamente cuando estamos en peligro y para encajar socialmente.
El instinto también puede ser increíblemente preciso cuando se entrena. Los maestros de ajedrez tienen una intuición asombrosamente buena para saber cuáles son las mejores jugadas, y eso se debe a que han entrenado su intuición jugando muchas partidas similares y han adquirido un sentido de lo que funciona y lo que no.
Sin embargo, la toma de decisiones instintiva es deficiente cuando se trata de averiguar cosas como a qué ritmo crecerá una empresa, quién ganará un partido de fútbol o qué notas obtendrá un estudiante. Anteriormente, también vimos que nuestra intuición es mala para determinar lo que nos hará felices. Todo esto se debe a que nuestro instinto no entrenado comete muchos errores, y en estas situaciones es difícil entrenarlo para que lo haga mejor.
Tomar decisiones de carrera se parece más a esos ejemplos que a ser un gran maestro de ajedrez.
Es difícil entrenar nuestro instinto visceral cuando:
- Los resultados de nuestras decisiones tardan mucho en llegar.
- Tenemos pocas oportunidades de practicar.
- La situación cambia constantemente.
Esto es exactamente lo que ocurre con las decisiones de carrera: solo tomamos un par de decisiones importantes en nuestra vida, tardamos años en ver los resultados y el mercado laboral cambia constantemente.
Tu instinto aún puede darte pistas sobre la mejor carrera. Puede decirte cosas como “no confío en esta persona” o “este proyecto no me entusiasma”. Pero no puedes simplemente “seguir tu instinto” como única estrategia.

(Véase nuestra revisión de pruebas para más detalles.)
Por qué las pruebas de carreras profesionales tampoco funcionan
Muchas pruebas de orientación vocacional se basan en “los tipos de Holland” o algo similar. Estas pruebas te clasifican en uno de seis tipos de intereses, como “artístico” o “emprendedor”. Luego recomiendan carreras que se ajustan a ese tipo. Sin embargo, podemos ver en la tabla anterior que el “modelo tipológico de Holland” solo está débilmente correlacionado con el rendimiento. También está solo débilmente correlacionado con la satisfacción laboral (los estudios encuentran correlaciones de alrededor de 0,1 a 0,3). Por eso no prestamos mucha atención a las pruebas de carrera tradicionales.
Según la investigación, ¿qué es lo que sí funciona para predecir dónde destacarás?
En la tabla anterior, las entrevistas ocupan los primeros puestos, lo que sugiere el siguiente método: habla con personas que tengan experiencia en la selección de personal en ese campo y pregúntales cómo te compararías con otros candidatos. Esto tiene mucho sentido: los expertos probablemente sepan hacer este tipo de valoraciones.
La combinación de procedimientos de prueba de trabajo, pruebas de conocimiento del trabajo y muestras de trabajo también da buenos resultados, y eso sugiere otro método intuitivo: intentar acercarse lo más posible a hacer realmente el trabajo, y luego ver cómo va. Hablamos de algunas formas de hacerlo más abajo.
Sorprendentemente, las pruebas de CI son las que mejor resultado dan, pero no son tan útiles para ayudarte a averiguar qué tipo de trabajo es el más adecuado para ti en relación con otros trabajos (y eso dejando de lado la cuestión de qué miden realmente las pruebas de CI).
Dicho esto, es importante tener en cuenta que ninguno de estos métodos funciona tan bien. Simplemente es difícil saber dónde puedes destacarte o no en el futuro, y esto significa que debes mantener la mente abierta y concederte el beneficio de la duda: ¡probablemente tengas más opciones de las que parece a primera vista!
Y, en última instancia, la única forma de averiguarlo es dar el paso e intentarlo de verdad.
¿Cómo puedes encontrar el trabajo ideal para ti? Piensa como un científico
Si es difícil predecir de antemano dónde rendirás mejor, y si dejarte llevar por tu intuición no funciona, entonces tenemos que adoptar un enfoque empírico:
- Haz las mejores conjeturas posibles (hipótesis) sobre cuáles podrían ser las mejores opciones.
- Identifica tus incertidumbres clave sobre esas hipótesis.
- Investiga esas incertidumbres.
E incluso cuando hayas completado tu investigación y empieces a trabajar, ese también es otro experimento. Después de probar el trabajo durante un par de años, actualiza tus conjeturas y repite los pasos anteriores.
Encontrar la profesión adecuada para ti no es algo que vayas a averiguar enseguida, sino un proceso paso a paso en el que vas encontrando respuestas cada vez mejores a lo largo del tiempo.

Aquí tienes más consejos sobre cada etapa.
Haz una gran lista de opciones
El costo de descartar accidentalmente una gran opción demasiado pronto es mucho mayor que el de investigarla más a fondo, así que es importante empezar de forma amplia.
Y como es tan difícil predecir dónde destacarás, ¡también es difícil descartar muchos caminos!
Esto también puede ayudarte a evitar uno de los mayores sesgos a la hora de tomar decisiones: considerar muy pocas opciones. Hemos conocido a muchas personas que se han tropezado con opciones como doctorados, medicina o derecho porque les parecían las más adecuadas en ese momento, pero si hubieran considerado más opciones, podrían haber encontrado fácilmente algo que encajara mejor con su perfil.
También conocemos a muchas personas que creen que tienen que ceñirse a su experiencia reciente. Por ejemplo, piensan que, como estudiaron biología, deben buscar sobre todo trabajos relacionados con la biología. Pero la carrera que hayas estudiado rara vez tiene tanta importancia.
Así que empieza por hacer una larga lista de opciones, más larga de lo que en principio te inclinarías a hacerla. Veremos cómo hacer esto con más detalle en nuestro artículo sobre la planificación.
Averigua cuáles son tus incertidumbres clave
No tienes tiempo para probar o investigar todos los trabajos, así que tienes que acotar el campo.
Para empezar, haz conjeturas aproximadas: clasifica tus opciones en términos de aptitud personal, impacto y condiciones favorables para la satisfacción laboral (además del capital profesional si estás comparando los próximos pasos en lugar de las trayectorias a más largo plazo)
A continuación, pregúntate: “¿Cuáles son mis incertidumbres clave sobre esta clasificación?”.
En otras palabras, si pudieras obtener las respuestas a unas pocas preguntas, ¿qué preguntas te dirían más sobre qué opción debería ser la primera?
La gente suele descubrir que las preguntas más importantes son cosas bastante sencillas, como por ejemplo:
- Si me presentara a este trabajo, ¿lo conseguiría?
- ¿Me gustaría este aspecto del trabajo?
- ¿El sueldo sería lo suficientemente alto teniendo en cuenta mis préstamos estudiantiles?
- ¿Cómo es realmente la rutina diaria?
- ¿Este trabajo se alinea con mis prioridades personales (como los compromisos familiares y tener hijos)?
A continuación te ofrecemos más consejos sobre cómo predecir tu aptitud.
Haz primero las pruebas baratas
Ahora que tienes una lista de incertidumbres, ¡trata de resolverlas!
Empieza primero por las formas más fáciles y rápidas de obtener información.
A menudo nos encontramos con personas que quieren, por ejemplo, probar el campo de la economía, entonces hacen un máster. Pero eso supone una inversión enorme. En lugar de eso, piensa en cómo puedes aprender más con el menor esfuerzo posible: a esto le llamamos “pruebas baratas”.
En concreto, piensa en cómo podrías eliminar tu primera opción. O piensa en lo que tendrías que averiguar para desplazar tu primera opción por una opción diferente.
Cuando investigues una opción concreta, puedes pensar en crear una “escalera” de pruebas.
Después de cada paso, reevalúa si la opción sigue pareciendo prometedora o si puedes saltarte los pasos restantes y pasar a investigar otra opción.
Una escalera de este tipo podría ser la siguiente:
- Lee nuestras reseñas profesionales, toda nuestra investigación sobre un tema determinado y haz algunas búsquedas en Google para aprender lo básico. (1–2 horas)
- Habla con alguien del sector. (2 horas)
- Habla con otras tres personas que trabajen en el campo y lee uno o dos libros. (20 horas)
- Considera la posibilidad de utilizar algunos de los otros enfoques explicados más abajo para predecir el éxito.
- Dados tus hallazgos en los pasos anteriores, busca un proyecto relevante que pueda llevarte de 1 a 4 semanas —como ser voluntario en un cargo relacionado o hacer un proyecto paralelo en el área— para ver cómo es y cómo te desempeñas.
- Solo entonces considera la posibilidad de asumir un compromiso de 2 a 24 meses —como un puesto de trabajo, unas prácticas o estudios de posgrado. Sería ideal que te ofrezcan un puesto de prueba en una organización durante un par de meses, porque quieres saber rápidamente si encajas en él.
Si estás eligiendo en qué restaurante comer, lo que está en juego no es tan importante como para justificar mucha investigación. Pero una decisión profesional influirá en décadas de tu vida, así que podría merecer semanas o meses de trabajo para asegurarte de que aciertas.
Prueba algo (e itera)
Nunca estarás seguro de cuál es la mejor opción y, lo que es peor, puede que ni siquiera te sientas seguro de tu mejor conjetura posible.
Entonces, ¿cuándo es momento de dejar de investigar y probar algo?
La respuesta es sencilla: cuando tu conjetura deje de cambiar.
Si sigues investigando, pero tus respuestas no cambian, lo más probable es que hayas alcanzado rendimientos decrecientes y debas probar algo.
Por supuesto, algunas decisiones son más difíciles de revertir o tienen más riesgo que otras (por ejemplo, estudiar medicina). En igualdad de condiciones, cuanto más importante sea la decisión, más tiempo deberás dedicar a investigar y más estables querrás que sean tus respuestas.
Una vez que te lanzas y empiezas a trabajar, no olvides nunca que incluso esto es solo un experimento. En la mayoría de los casos, si pruebas algo durante un par de años y no funciona, puedes probar otra cosa.
Con cada paso que des, aprenderás más sobre lo que encaja mejor contigo.
Consulta nuestras reseñas de las diferentes carreras profesionales para obtener más consejos sobre cómo evaluar tu compatibilidad con un trabajo específico, incluso una vez que ya estás en el camino.
Avanzado: ¿cuáles son las mejores formas de predecir la aptitud para una carrera, según la investigación?
Nuestro principal consejo para predecir la aptitud es definir tus incertidumbres clave e investigarlas de la forma que te parezca más útil.
Pero también es cierto que, según la investigación y nuestra experiencia, algunos enfoques para predecir la aptitud parecen mejores que otros.
Puedes utilizar estas indicaciones para orientar mejor tus esfuerzos para obtener información y para hacer las mejores conjeturas antes de empezar a investigar a fondo.
- ¿Cómo es realmente el trabajo? A menudo nos encontramos con personas que especulan sobre si son compatibles con, por ejemplo, el trabajo en la administración pública, pero no tienen ni idea de lo que hacen realmente los funcionarios. Antes de seguir adelante, intenta asentar las bases: ¿Puedes describir cómo sería un día típico? ¿Qué tareas crean valor en el trabajo? ¿Qué se necesita para hacerlas bien?
- ¿Qué dicen los expertos? Si puedes, pregunta a personas con experiencia en el campo qué tal te desenvolverías tú, sobre todo a personas con experiencia en la contratación para el puesto en cuestión. Pero ten cuidado: no des demasiada importancia a la opinión de una sola persona. Y trata de encontrar a personas que puedan ser sinceras contigo.
- ¿Qué te ha funcionado hasta ahora?c Un método sencillo para predecir tu éxito es proyectar a futuro basándote en tus resultados hasta el momento. Si has tenido éxito en un camino determinado, normalmente es una buena razón para continuar. También puedes intentar utilizar tu historial para hacer estimaciones más precisas de tus probabilidades. Por ejemplo, si estás haciendo un posgrado, aproximadamente la mitad de los mejores de tu clase entrarán en el mundo académico, así que si estás en el 25 % de los mejores de tu clase de posgrado, puedes suponer aproximadamente que estarás en el 50 % de los mejores del mundo académico.d Para tener una mejor idea de tu potencial a largo plazo, deberías intentar mirar tu tasa de mejora en lugar de mirar solo tu rendimiento reciente.e
- ¿Cómo se tiene éxito en esta área y qué tal eres tú al respecto? Tus respuestas a los pasos 1 a 3 te dan un punto de partida, pero luego puedes hacer diferentes modificaciones según factores específicos que podrían aumentar o disminuir tus probabilidades de éxito. El objetivo es desarrollar un modelo de lo que se necesita para tener éxito. Para ello, pregúntale a la gente del sector qué es lo que más se necesita e intenta comprender qué es lo que hace que la gente tenga éxito o no. A continuación, trata de evaluar cómo te iría a ti con respecto a estos factores de predicción. Así es como funcionan las (buenas) entrevistas de trabajo: intentan identificar los rasgos más importantes para el puesto y luego te piden pruebas de que has demostrado esos rasgos en el pasado.
- ¿Encaja el trabajo con tus fuerzas? Una forma útil de encontrar tus puntos fuertes es buscar actividades que a ti no te parezcan trabajo, pero que sí lo son para la mayoría de la gente. Tenemos un artículo con un proceso basado en la evidencia para evaluar tus puntos fuertes personales.
- ¿Te entusiasma? La motivación por intuición no es un indicador fiable del éxito. Pero si no te sientes motivado, probablemente no serás capaz de esforzarte lo suficiente para obtener buenos resultados. Así que la falta de entusiasmo debería hacerte reflexionar; puede que valga la pena explorar qué es precisamente lo que te resulta poco estimulante.
- ¿Te gustará? Esto es importante incluso si lo que más te importa es el impacto social: para seguir con cualquier carrera el tiempo suficiente para marcar la diferencia, tendrá que ser razonablemente agradable y encajar con el resto de tu vida. Por ejemplo, si quieres tener hijos, probablemente querrás un trabajo sin horarios extremos.
- Combina todas estas perspectivas. Predecir el éxito profesional es difícil y no existe un único enfoque fiable. Por eso es útil tener en cuenta todas las perspectivas anteriores y centrarse en las opciones que parezcan buenas desde varias de ellas.
Consulta nuestras evaluaciones individuales de carreras profesionales para obtener más consejos sobre cómo saber cuán adecuado es un trabajo concreto para ti.
Hacer buenas predicciones en general es difícil. Pero también es muy útil si tu objetivo es hacer el bien, así que también tenemos un artículo sobre cómo mejorar en la toma de decisiones y la predicción del futuro.
¿Cuánto deberías explorar hasta decidirte por una carrera?
Supongamos que has decidido probar un trabajo durante unos años. Ahora te enfrentas a una disyuntiva: ¿deberías seguir con él o dejarlo con la esperanza de encontrar algo mejor?
Muchas personas de éxito exploraron mucho al principio de su carrera. Tony Blair trabajó como promotor de música rock antes de dedicarse a la política. Maya Angelou trabajó como conductora de tranvía, cocinera y bailarina de calipso antes de dedicarse a la escritura y al activismo, mientras que Steve Jobs incluso pasó un año en la India tomando ácido y consideró la posibilidad de mudarse a Japón para convertirse en monje zen. ¡Eso sí que es explorar en serio!

Los ejemplos de personas que se especializaron pronto, como Tiger Woods, suelen llamarnos la atención, pero no parece necesario especializarse tan pronto, y probablemente ni siquiera sea la norma. En su libro Range: Why Generalists Triumph in a Specialized World, David Epstein argumenta que la mayoría de la gente prueba varios caminos y que los atletas que prueban varios deportes antes de decantarse por uno tienden a tener más éxito, notando que Roger Federer es todo lo contrario a Tiger.
Un estudio de 2018 en Nature descubrió que las “buenas rachas” de las personas creativas y los científicos solían venir después de períodos de exploración en varias áreas.
Y hoy en día, está ampliamente aceptado que muchas personas trabajarán en varios sectores y funciones a lo largo de su vida. El típico joven de entre 25 y 34 años cambia de trabajo cada tres años,f y tampoco son raros los cambios más adelante.
Y si la aptitud personal es tan importante como hemos argumentado, podría merecer la pena dedicar muchos años a encontrar el trabajo que mejor se adapte a ti.
Pero, por supuesto, explorar también es costoso. Cambiar de trayectoria profesional puede llevar años y, si lo haces con demasiada frecuencia, puede parecer poco serio. Además, algunas trayectorias pueden ser difíciles de retomar una vez que se han abandonado.
A Steve Jobs le gustaba decir que “nunca hay que conformarse”. Pero no es un consejo realista. La verdadera cuestión es cómo equilibrar los costos de la exploración con los beneficios.
Afortunadamente, se ha investigado mucho sobre esta cuestión en las ciencias de la decisión, la informática y la psicología. Por ejemplo, entrevistamos a Brian Christian, autor de Algorithms to Live By: The Computer Science of Human Decisions sobre cómo resumir esta investigación, y tenemos un artículo de la serie avanzada sobre el tema.
Estas son algunas de las principales conclusiones.
Explora más cuando eres joven
Todo el mundo está de acuerdo en que cuanto antes empieces tu carrera, tanto más debes explorar.
Esto se debe a que cuanto antes descubras una opción mejor, más tiempo tendrás para aprovecharla.
Si descubres una nueva carrera a los 66 años y te jubilas a los 67, solo te habrás beneficiado durante un año. Pero si descubres algo nuevo a los 25 años, puedes tener décadas para disfrutarlo.
Además, al principio sabes relativamente poco sobre tus puntos fuertes y tus opciones, así que aprendes mucho más probando cosas.
La sociedad también está estructurada para facilitar la exploración a los más jóvenes. Por ejemplo, muchas prácticas solo están disponibles para personas que aún están en la universidad, así que el costo de probar otros caminos también es menor cuando se es más joven.
Analiza la posibilidad de seguir varios caminos (con un orden cuidadoso)
Una estrategia de exploración consiste en probar varios caminos y luego dedicarse de lleno al que parezca mejor al final. (Esto es similar a la solución al “problema de la secretaria” —el nombre es anacrónico— en informática, que trata sobre cuánto tiempo hay que dedicar a buscar al mejor candidato para contratar entre un grupo de candidatos).
Esta estrategia es más adecuada durante la carrera de grado o en los primeros trabajos, cuando la exploración es más fácil y valiosa, y cuando las incertidumbres son mayores.
El principal inconveniente de esta estrategia es que resulta costoso probar varios caminos. Sin embargo, a menudo es posible reducir considerablemente los costos ordenando cuidadosamente las opciones. Por ejemplo, puedes probar un número sorprendente de caminos entre la licenciatura y el posgrado, durante las vacaciones de verano, o poniendo primero las opciones más reversibles.
A continuación daremos más detalles sobre cómo ordenar tus próximos pasos.
1. Explora antes del posgrado en lugar de después (y comienza por las opciones más reversibles)
Los primeros años después de graduarte no se espera que tengas tu carrera resuelta de inmediato. Por lo general, tienes licencia para probar algo más inusual, como empezar un negocio, vivir en el extranjero o trabajar en una organización sin ánimo de lucro.
Si no te va bien, puedes recurrir a la “vuelta a los estudios de posgrado”: hacer un máster, un posgrado en administración de empresas, un grado en Derecho o un doctorado, lo que te permite volver a una trayectoria estándar.
Vemos a mucha gente apurarse y seguir con estudios de posgrado u otras opciones convencionales justo después de graduarse, lo que les hace perder una de sus mejores oportunidades para explorar.
Merece la pena explorar antes del doctorado y no después. Si terminas un doctorado es difícil abandonar el mundo académico. Esto se debe a que si quieres continuar con un posdoctorado y luego quedarte en un puesto académico permanente, tus probabilidades de éxito son pocas a menos que te enfoques al 100 % en la investigación. Por eso, si no te convence el mundo académico, prueba otras alternativas antes de hacer el doctorado, si es posible.
Del mismo modo, es más fácil pasar de un puesto en una empresa a un trabajo sin ánimo de lucro que viceversa, así que si no estás seguro entre los dos, elige primero el puesto en la empresa.
2. Elige opciones que te permitan experimentar
Un enfoque alternativo es aceptar un trabajo que te permita probar varias áreas, gracias a las siguientes características:
- Te permite trabajar en distintos sectores. El trabajo por cuenta propia y los puestos de consultoría son especialmente buenos para esto.
- Te permite practicar muchas habilidades diferentes. Los empleos en pequeñas empresas suelen ser especialmente buenos en este sentido.
- Te da tiempo libre y energía para explorar otras cosas fuera del trabajo.
3. Prueba algo extra en tu tiempo libre
Si ya tienes un trabajo, piensa en formas de probar una nueva opción. ¿Podrías hacer un proyecto breve pero relevante en tu tiempo libre o en tu trabajo actual?
Si eres estudiante, intenta hacer tantas prácticas y proyectos de verano como puedas. Las vacaciones universitarias son una de las mejores oportunidades de tu vida para explorar.
4. Considera incluir un comodín
Uno de los inconvenientes de las estrategias anteriores es que tu mejor camino podría ser algo en lo que aún no has pensado.
Por eso, en informática, muchos algoritmos de exploración tienen un elemento aleatorio: hacer un movimiento al azar puede ayudar a evitar establecerse en un “óptimo local”. Aunque no recomendaríamos elegir literalmente al azar, el hecho de que incluso los algoritmos informáticos encuentren útil la aleatoriedad ilustra el valor de probar algo muy diferente.
Eso podría significar probar algo totalmente fuera de tu experiencia normal, como vivir en una cultura muy diferente, participar en comunidades diferentes o probar sectores diferentes de los que ya conoces (por ejemplo, organizaciones sin ánimo de lucro, gobierno, empresas).
Por ejemplo, yo (Benjamin) a China a aprender chino antes de ir a la universidad antes de ir a la universidad. No tenía ninguna idea específica sobre la utilidad que tendría, pero sentí que aprendí mucho de la experiencia, y resultó ser útil cuando más tarde trabajé para crear nuestros recursos para las personas que trabajan en la coordinación entre China y Occidente en torno a las tecnologías emergentes.
Una razón racional para apuntar a lo más alto
A menudo se aconseja a los jóvenes que “sueñen a lo grande”, “sean más ambiciosos” o “apunten alto”. ¿Es un buen consejo?
No siempre. Cuando se les preguntó, más del 75 % de los jugadores de baloncesto de la División I pensaban que llegarían a ser profesionales, pero solo el 2 % lo consiguió. Tanto si los jugadores encuestados estaban haciendo una buena apuesta como si no, sobrestimaron sus posibilidades de éxito… en más de 37 veces.
Decirle a la gente que apunte alto no tiene sentido si se trata de gente que tiene una confianza erróneamente alta en sus probabilidades.
Pero si se trata de personas con expectativas más realistas, a menudo es un buen consejo.
Supongamos que estás comparando dos opciones:
- ganar para donar como ingeniero de software
- investigar en seguridad de la IA
Imagina que crees que tus posibilidades de éxito en la investigación no son muy altas, por lo que lo más probable es que ejerzas más impacto ganando para donar. Pero si tienes éxito en la investigación, el impacto será mucho mayor.
Si solo tienes una oportunidad de elegir, deberías ganar para donar.
Pero el mundo real no suele ser así. Si pruebas el camino de la investigación y no funciona, lo más probable es que puedas volver a ganar para donar. Pero si funciona, entonces estarás en un camino de mucho mayor impacto para el resto de tu carrera.
Es decir, hay una asimetría. Esto significa que, si puedes tolerar el riesgo, es mejor probar primero con la investigación.
En general, se aprende más probando caminos que:
- podrían ser muy, muy buenos…
- pero sobre los que tienes muchas dudas.
En otras palabras, apuestas arriesgadas.
En este sentido, el consejo de apuntar a lo más alto tiene sentido, sobre todo para los jóvenes.
Una versión agresiva de esta estrategia consiste en clasificar las opciones en función de su potencial, es decir, de lo buenas que serían si resultaran excepcionalmente buenas (por ejemplo, en el 10 % de los escenarios), y empezar por la mejor clasificada. Si descubres que no estás en condiciones de concretar el escenario más positivo en un plazo determinado, prueba con el siguiente, y así sucesivamente.
Por lo general, esta estrategia solo es adecuada si se dispone de buenas opciones de respaldo y se tiene la suerte de poder probar muchas cosas.
Una versión más moderada de esta estrategia es utilizarla como criterio de desempate: ante la duda entre dos opciones, elige la que tenga mayor potencial de beneficio.
(Lee también nuestro artículo de la serie avanzada sobre cuándo ser más ambicioso.)
Si no estás seguro, abandona
El sesgo del costo irrecuperable es la tendencia a seguir haciendo algo que ya no tiene sentido, solo por lo mucho que ya has pagado por ello. Nos lleva a esperar que la gente:
- continúe con su trayectoria actual durante demasiado tiempo.
- quiera evitar los costos a corto plazo de cambiar.
- se resista a lanzarse a una nueva opción desconocida.
Todo esto sugiere que si estás indeciso sobre si dejar tu trabajo, deberías dejarlo.
Esto es exactamente lo que se descubrió en un influyente estudio aleatorio. Steven Levitt reclutó a decenas de miles de participantes que estaban profundamente inseguros sobre si hacer un gran cambio en su vida. Tras ofrecerles algunos consejos sobre cómo tomar decisiones difíciles, a los que seguían realmente indecisos se les dio la oportunidad de lanzar una moneda al aire para zanjar la cuestión: 22 500 lo hicieron.
Levitt hizo un seguimiento de estos participantes dos y seis meses después para preguntarles si realmente habían hecho el cambio, y cómo de felices se sentían en una escala del 1 al 10. ¡Resultó que las personas que hicieron un cambio en una cuestión importante ganaron 2,2 puntos de felicidad sobre 10!
Por supuesto, solo se trata de un estudio, y no nos sorprendería que el efecto fuera menor si se repitiera. Pero coincide con lo que cabría esperar.
Implementa esto en tu carrera
Al leer los artículos anteriores, deberías haber hecho una lista con algunas ideas de carreras profesionales a largo plazo a las que aspirar.
Ahora puedes empezar a eliminar opciones.
- Haz una estimación aproximada de qué trayectorias a largo plazo son más prometedoras desde el punto de vista del impacto, la aptitud personal y la satisfacción laboral.
- ¿Cuáles son algunas de tus principales incertidumbres sobre esta lista? Enumera al menos cinco.
- ¿Cómo podrías resolver esas incertidumbres clave lo más fácilmente posible? Ponte a investigar. Plantéate hacer una o dos pruebas baratas.
- ¿Qué opción crees que tiene mayor potencial?
- Si fueras a probar varias trayectorias a más largo plazo, ¿cuál sería la forma ideal de ordenar esas pruebas?
- ¿Hasta qué punto confías en tus opciones a largo plazo? ¿Crees que deberías: (i) investigar más para comparar tus opciones a más largo plazo; (ii) meterte en una (pero con un plan de respaldo); (iii) planear probar varias trayectorias a largo plazo; o (iv) limitarte a adquirir un capital profesional transferible y decidir tus trayectorias a largo plazo más adelante?
Si quieres pensar más en tus opciones a largo plazo, prueba nuestro proceso completo para comparar una lista de opciones profesionales:
Conclusión
Nos gusta creer que somos capaces de descubrir en qué somos buenos mediante la reflexión, en un abrir y cerrar de ojos. Pero no funciona así.
Más bien, es como un científico que pone a prueba una hipótesis. Tienes ideas sobre en qué puedes llegar a ser bueno (hipótesis), que puedes poner a prueba (investigación y experimentos). ¿Crees que serías bueno escribiendo? Pues empieza a escribir en un blog. ¿Crees que odiarías la consultoría? Al menos habla con un consultor.
Si todavía no sabes cuál es tu “vocación” o tu “pasión”, es normal. Es demasiado difícil predecir qué carrera es la adecuada para ti cuando estás empezando, e incluso a veces cuando ya llevas muchos años.
En lugar de eso, ve probando cosas. Aprenderás sobre la marcha y avanzarás paso a paso hacia una carrera satisfactoria.
Una vez elegido un sector, ¿cómo te aseguras de triunfar? De eso hablaremos en el próximo artículo. Después, te mostraremos cómo incorporar todo en un plan de carrera.
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- ‘Todos los consejos basados en la evidencia que hemos encontrado sobre cómo tener más éxito en cualquier trabajo’.
O consulta un resumen de la guía completa de carreras profesionales.