Sea cual sea tu trabajo, aquí tienes tres formas basadas en la evidencia de tener un impacto real
Independientemente de la carrera profesional que elijas, cualquiera puede lograr un cambio mediante donaciones a organizaciones benéficas, el activismo o un voluntariado.
Lamentablemente, muchos intentos de hacer el bien de esta forma son ineficaces, y algunos pueden incluso ser perjudiciales.
Es el caso del paracaidismo patrocinado. Cada año, miles de personas recaudan fondos para causas nobles y se lanzan desde aviones para atraer la atención hacia la organización benéfica que han decidido apoyar. Pareciera que todos ganan: el recaudador de fondos disfruta de una experiencia única y a la vez consigue dinero para una buena causa. ¿Qué puede haber de malo en ello?
Pues mucho. Según un estudio de dos populares centros de paracaidismo, en un periodo de cinco años (1991 a 1995), aproximadamente 1 500 personas hicieron paracaidismo con fines benéficos y recaudaron en total más de 120 000 libras. Suena impresionante… hasta que consideramos algunas particularidades.
En primer lugar, el costo de las expediciones de paracaidismo se financió con las donaciones. De modo que de las 120 000 libras recaudadas, solo 45 000 se destinaron a las organizaciones benéficas.
En segundo lugar, como la mayoría de los paracaidistas saltaban por primera vez, sufrieron un total combinado de 163 lesiones, con una estancia media en el hospital de nueve días.
Para tratar estas lesiones, el Servicio Nacional de Salud del Reino Unido gastó unas 610 000 libras. Esto significa que por cada libra recaudada para las organizaciones benéficas, el servicio de salud gastó aproximadamente 13 libras, por lo que el efecto neto fue disminuir los recursos destinados a los servicios sanitarios. Irónicamente, muchas de las organizaciones beneficiadas se centraban en cuestiones relacionadas con la salud.a
¿Y qué hay del voluntariado? Uno de los problemas es que es necesario coordinar a los voluntarios. Si los coordinadores con experiencia usan su tiempo en capacitar voluntarios, es muy probable que estos últimos le cuesten a la organización más que el valor que aportan.
De hecho, la razón principal por la que aún existen muchos programas de voluntariado es que si alguien es voluntario de una organización, es más probable que haga donaciones. Cuando la organización FORGE redujo significativamente su programa de voluntariado para ser más eficaz, sin quererlo provocó una fuerte caída de las donaciones.
Si bien el voluntariado puede ser eficaz en las circunstancias adecuadas, a menudo no lo es.
En nuestra investigación, hemos descubierto que cualquier graduado universitario de un país rico puede hacer mucho por mejorar la vida de los demás y que puede hacerlo sin cambiar de trabajo ni hacer grandes sacrificios.
En este artículo analizaremos tres opciones:
Tiempo de lectura: 12 minutos
¿Cómo puedes tener el trabajo que te resulte más gratificante y hacer una enorme cantidad de bien?
Dona el 10 % de tus ingresos a las personas más pobres del mundo. Así de sencillo.
Desde 2008, GiveDirectly ha hecho posible donar dinero en efectivo directamente a las personas más pobres de África Oriental a través del teléfono móvil.
Aunque no creemos que esta sea la forma más eficaz de hacer donaciones a organizaciones benéficas —más adelante hablaremos de métodos con mayor impacto—, es sencilla y cuantificable, por lo que constituye un buen punto de partida.
Como vimos en la primera parte, cuanto más dinero tengas, tanto menos mejorará tu vida el dinero adicional. En EE. UU., por ejemplo, duplicar tus ingresos se asocia a un aumento de la satisfacción con la vida de tan solo medio punto (aproximadamente) en una escala del 1 al 10.
Estas encuestas se han aplicado en todo el mundo. Puedes ver ejemplos en el gráfico siguiente.b
Las personas pobres a las que ayuda GiveDirectly en Kenia tienen un consumo individual medio de unos 800 dólares al año.c Esta cifra se basa en lo que se podría comprar con 800 dólares en EE. UU., de manera que tiene en cuenta el hecho de que el dinero rinde más en los países pobres.
El graduado universitario medio en EE. UU. obtiene por su trabajo ingresos individuales de unos 77 000 dólares al año (en 2023), o 54 500 dólares después de impuestos.d Según esto, suponiendo que la relación anterior se mantenga, un dólar tendrá un impacto positivo 68 veces mayor si se lo das a alguien de Kenia que si lo gastas en ti mismo.e
Si alguien con ese nivel medio de ingresos donara el 10 %, cada año podría duplicar los ingresos anuales de siete personas que viven en la pobreza extrema. A lo largo de su carrera profesional, podría tener un enorme impacto positivo en cientos de personas.
Grace es una de las beneficiarias de GiveDirectly. Tiene 48 años, es viuda y vive con sus cuatro hijos:
Me gustaría utilizar parte del dinero para construir una casa nueva, ya que la mía está en muy mal estado. También me gustaría pagar un instituto técnico para mi hijo…
Mi mayor logro es que mi hijo terminara la secundaria.
Mi mayor dificultad en la vida es [que] no tengo una fuente de ingresos adecuada.
Mis objetivos actuales son construir una letrina y cavar un pozo de agua, ya que conseguir agua es un problema muy grande.
GiveDirectly realizó un estudio controlado aleatorizado de su programa y descubrió que los beneficiarios experimentaban reducciones significativas en el nivel de hambre, estrés y otros factores negativos incluso años después de haber recibido las transferencias. Estos resultados se suman a la abundante literatura que demuestra que las transferencias de dinero tienen beneficios significativos.
Cuando pensamos en hacer el bien con nuestras carreras profesionales, por lo general pensamos en caminos como la docencia o el trabajo en una organización benéfica. No obstante, estos trabajos suelen pagar menos de la mitad de lo que podrías ganar en el sector privado y es posible que no se alineen con tus habilidades o tus intereses. Si lo comparas con cambiar de carrera profesional, donar el 10 % de tus ingresos bien podría ser un sacrificio menor.
Además, como ya hemos visto anteriormente en la guía, una vez que empiezas a ganar más de unos 55 000 dólares al año,f los ingresos adicionales apenas influirán en tu felicidad, mientras que los actos que ayudan a los demás, como donar a una organización benéfica, probablemente te hagan más feliz.
Por citar solo un ejemplo, en un estudio se descubrió que en 122 de un total de 136 países, si los encuestados respondían “Sí” a la pregunta “¿Donaste a alguna organización benéfica el mes pasado?”, su satisfacción con la vida era mayor en una proporción que también se asocia a una duplicación de los ingresos.g Es probable que en parte esto se deba a que las personas más felices dan más, pero suponemos que en cierta medida el efecto también va en sentido contrario.
(Lee más sobre si dar el 10 % te hará más feliz.)
La razón por la que las donaciones pueden ser tan eficaces es que puedes enviar tu dinero a las mejores organizaciones del mundo, las cuales trabajan en los problemas más grandes y desatendidos. Aunque muchas organizaciones benéficas no son eficaces, las mejores sí lo son.
Y aunque GiveDirectly es sin duda una organización benéfica eficaz, hay otras que, según algunos expertos, son incluso mejores. GiveWell, una importante evaluadora independiente de organizaciones benéficas,h calcula que sus organizaciones recomendadas (como Helen Keller International y la Against Malaria Foundation) pueden evitar una muerte por cada 5 000 dólares que reciben en donaciones.i Además, esto conlleva otros beneficios derivados del tratamiento de la malaria —como la mejora de la calidad de vida total y el aumento de los ingresos—, lo que provoca más efectos de onda positivos con el tiempo.
De este modo, con el sueldo típico de un graduado estadounidense, donar el 10 % de tus ingresos a la Against Malaria Foundation podría salvar más de una vida cada año.
Este tipo de programas sanitarios, cuya costo-eficacia está comprobada, ofrecen una oportunidad tan buena de hacer el bien que incluso los más destacados escépticos sobre la ayuda exterior han esgrimido pocos argumentos en su contra.
Una vida salvada por año equivaldría a 40 vidas salvadas a lo largo de 40 años de carrera profesional. En el artículo anterior, calculamos que un médico clínico típico salva tres vidas en el transcurso de su carrera profesional. Así que donando el 10 % de tus ingresos, podrías tener un impacto aproximadamente 10 veces mayor.
Si bien hemos utilizado la Against Malaria Foundation y GiveDirectly a modo de ejemplo para determinar un límite inferior de lo que puedes conseguir, consideramos que existen muchas organizaciones benéficas que son todavía más eficaces.
Algunas organizaciones benéficas trabajan en cuestiones que parecen aún más importantes y desatendidas, como evitar una pandemia catastrófica. Hablaremos de las razones por las que creemos que las pandemias son un problema más acuciante que la salud global más adelante en la guía. También puedes leer nuestro artículo sobre las organizaciones benéficas con mayor impacto.
Si todas las personas del 10 % más rico de la población mundial donaran el 10 % de sus ingresos, se recaudarían 5 billones de dólares al año.j Esto bastaría para duplicar el financiamiento de la investigación científica, hacer que todas las personas del mundo vivieran por encima del umbral de pobreza de 2,15 dólares al día y proporcionar educación básica universal, y aún sobraría dinero para financiar el renacimiento de las artes, ir a Marte e invertir un billón de dólares en mitigar el cambio climático. Nada de esto sería fácil de conseguir, pero al menos ilustra el enorme potencial de una mayor generosidad.k
Es increíble que podamos hacer tanto bien sacrificando tan poco. ¿Cómo es posible?
Considera uno de los gráficos más importantes de la economía, el gráfico del ingreso global:
El eje de abscisas muestra el porcentaje de personas en el mundo que obtienen cada nivel de ingreso (indicado por el eje de ordenadas). Los ingresos se han ajustado para indicar qué se podría comprar, con esa cantidad específica de dólares, en el país de origen de una persona (es decir, por “paridad de poder adquisitivo”). Si el mundo fuese igualitario, la línea sería horizontal.
Como ciudadanos de países como EE. UU. y el Reino Unido, sabemos que somos ricos según los estándares globales, pero no nos consideramos las personas más ricas del mundo, pues no somos banqueros, directivos de grandes empresas ni celebridades. Sin embargo, si ganas 60 000 dólares al año después de impuestos y no tienes hijos, entonces, globalmente hablando, eres parte del 1 %.
Descubre qué tan rico eres utilizando esta calculadora rápida.
Estas cifras son aproximadas, pero si estás leyendo esto, es muy probable que te encuentres en ese gran pico a la derecha del gráfico (o quizás muy por encima del valor máximo), mientras que casi todas las demás personas del mundo están en la parte plana de abajo que apenas se puede ver.
Este hecho no tiene por qué avergonzarnos, pero subraya la importancia de reflexionar acerca de las maneras en que puedes utilizar tu buena suerte para ayudar a los demás. En un mundo más igualitario, podríamos dedicarnos a ayudar a los que nos rodean y a hacer que nuestra propia vida marchara bien. Pero resulta que tenemos una enorme oportunidad de ayudar a otras personas con un costo mínimo para nosotros mismos, y sería una pena terrible desaprovecharla.
Estos argumentos han convencido a muchos miembros del personal de 80 000 Horas, hasta el punto de que nos hemos comprometido a donar al menos el 10 % de los ingresos que obtengamos a lo largo de nuestra vida a las organizaciones benéficas más eficaces del mundo.
Lo hicimos a través de una organización llamada Giving What We Can, con la que estamos asociados.m
Giving What We Can te permite comprometerte públicamente a donar el 10 % de tus ingresos a las organizaciones benéficas que consideres más eficaces.
Asumir el compromiso toma apenas unos minutos. Tal vez sea lo más significativo que puedas hacer ahora mismo para hacer un mayor bien con tu vida.
No es legalmente vinculante, puedes elegir el destino del dinero y, si eres estudiante, solo te comprometes a donar el 1 % hasta después de graduarte. Te unirás a más de 9 000 personas que se han comprometido colectivamente a donar más de 3 000 millones de dólares.
Sin embargo, el compromiso no es apto para todos. Te recomendaríamos que fueras prudente si pretendes generar un cambio principalmente a través de tu trabajo (en particular si eso implica un trabajo con sueldos más bajos, como en una organización benéfica), si tienes deudas importantes o problemas económicos, o si no estás seguro de poder cumplirlo.
Y si aún no estás listo, Giving What We Can te permite adoptar un “compromiso de prueba” en el que puedes donar desde el 1 % de tus ingresos durante el periodo que elijas, para ver cómo funciona antes de comprometerte a largo plazo.
Así como somos ricos por haber nacido donde nacimos, también tenemos influencia política por la misma razón.
Los países ricos tienen un impacto desproporcionado en cuestiones como el comercio internacional, la migración, el cambio climático y la política tecnológica, y suelen ser democráticos, al menos parcialmente. Así que si prefieres hacer otra cosa que no sea dar dinero, considera la posibilidad de defender causas importantes.
Al principio éramos escépticos respecto a que una persona pudiera tener una influencia real a través de la incidencia política, pero cuando analizamos las cifras, cambiamos de opinión.
Tomemos el ejemplo que quizás sea el más sencillo: votar en las elecciones. En varios estudios se han utilizado modelos estadísticos para estimar las posibilidades de que un solo voto determine las elecciones presidenciales estadounidenses. Dado que el sistema electoral de dicho país se determina a nivel estatal, la probabilidad de que el voto de una persona que vive en un estado que favorece fuertemente a un candidato decida el resultado es nula. Pero en el caso de una persona que vive en un estado reñido, sus posibilidades ascienden a entre 1 en 10 millones y 1 en 1 millón. Eso es mucho mayor que las posibilidades que tendría de ganar la lotería.
Recordemos que el gobierno federal de EE. UU. es muy, muy grande. Imaginemos que un candidato quisiera gastar un 0,2 % más del PIB en ayuda exterior. Eso supondría unos 187 000 millones de dólares más en ayuda exterior durante su mandato de cuatro años.n Una millonésima parte de eso equivale a 187 000 dólares. De manera que si votar te lleva una hora, podría ser la hora más importante —la de mayor valor esperado— que inviertas ese año. (Las cifras son similares en otros países ricos; en los países más pequeños hay menos en juego, pero cada voto tiene más peso. Consulta más información sobre estas estimaciones.)
Hemos utilizado el ejemplo del voto porque es cuantificable, pero esperamos que la idea fundamental —la pequeña posibilidad de cambiar algo muy grande— se aplique a otras formas de incidencia (bien elegida), como hacer una petición a tu congresista, movilizar votantes en favor del candidato adecuado o acudir a una reunión del ayuntamiento. Creemos que esto es aún más cierto si te enfocas en las cuestiones más importantes y más desatendidas.
Supongamos que no tienes dinero ni poder, y que no crees que puedas contribuir con tu trabajo en algún problema importante. ¿Qué podrías hacer entonces?
Una opción es que intentes cambiar esa situación. Hablamos de cómo invertir en ti mismo —independientemente de tu trabajo— en otro artículo.
O quizás conozcas a alguien que tenga dinero, poder o habilidades. Podrías generar un cambio ayudándole a lograr más.
O tal vez podrías convencer a dos personas para que donaran el 10 % de sus ingresos a una organización benéfica. De ese modo tendrías aún más impacto que si donaras tú mismo.
Estos dos últimos ejemplos muestran cómo ser un multiplicador. Muchas veces se puede lograr más movilizando a otras personas que con los esfuerzos propios.
Existen varias maneras de ser un multiplicador:
Puedes encontrar formas de compartir con los demás los problemas globales que consideres más acuciantes y desatendidos. No se trata de predicar ni de empeñarse en convencer a la gente. Comparte estos temas con personas a las que creas que les interesarán. (Pero ten cuidado con alejar inadvertidamente a la gente.)
Tampoco se trata únicamente de concientizar sobre un tema. Intenta identificar acciones concretas que la gente pueda llevar a cabo y que puedan ayudar (como aceptar un trabajo específico), y difúndelas. Mucha gente está interesada en contribuir si existe una oportunidad que sea verdaderamente eficaz.
Puedes conseguirlo hablando de los problemas con tus amigos, compartiendo recursos con ellos, publicando enlaces e ideas en las redes sociales, o simplemente predicando con el ejemplo.
También puedes ayudar de forma más indirecta intentando defender valores importantes, como la compasión hacia los demás, incluidos los animales y las futuras generaciones, o teniendo una mentalidad abierta, honesta y científica ante la aparición de nueva evidencia.
Por ejemplo, Ben cofundó SecureBio con Kevin Esvelt. En opinión de Ben, Kevin ha diseñado el programa más completo para reducir radicalmente las posibilidades de que surjan pandemias en el futuro. Al dirigir la estrategia y las operaciones de SecureBio, Ben permite que Kevin realice más investigaciones, y así contribuye también a prevenir las pandemias.
(Para más información sobre cómo ayudar a quienes están teniendo un gran impacto, consulta nuestra evaluación del puesto de asistente de alto impacto como carrera profesional.)
Supongamos que encuentras un trabajo de gran impacto, pero no estás seguro de que se ajuste a tus aptitudes. Si le cuentas a alguien más sobre el trabajo y esa persona lo acepta, el efecto positivo será el mismo que si lo aceptaras tú, o incluso mayor, si esa persona es más apta que tú.o
Si te interesa el altruismo eficaz, podrías ayudar a dirigir un grupo local o liderar un grupo en el lugar de trabajo. Si logras que varias personas se interesen por tener un gran impacto, harías un bien mucho mayor del que podrías hacer por tu cuenta.
Por lo general, se pueden obtener más recursos para las organizaciones benéficas a través de la recaudación de fondos que donando uno mismo. Una forma fácil de hacerlo es “donar tu cumpleaños”. O si trabajas en una empresa que cuente con un programa de igualación de donaciones, podrías animar a otros empleados a utilizarlo.
También puedes leer más sobre voluntariado eficaz.
Lo que importa es que el bien se multiplique, no que lo hagas tú mismo.
Esto nos recuerda una vieja historia (probablemente ficticia) sobre una ocasión en la que el presidente John F. Kennedy visitó la NASA. Al encontrarse con un conserje, Kennedy le preguntó qué hacía. El conserje respondió: “Pues bien, señor presidente, estoy ayudando a llevar al hombre a la Luna”.
Te tenemos buenas noticias: no hace falta que te tires de un avión para hacer el bien. De hecho, hay formas mucho más fáciles (y seguras) de tener impacto que son mucho más eficaces.
Gracias a la afortunada posición que ocupamos en el mundo, podemos hacer muchas cosas para lograr un cambio sin hacer grandes sacrificios, independientemente de nuestro trabajo.
Estas son las principales formas de tener un gran impacto positivo sin cambiar de trabajo:
Tal vez quieras considerar la posibilidad de comprometerte a donar el 10 % ahora mismo.
O tómate un momento para reflexionar sobre otras maneras en las que podrías tener un gran impacto con poco sacrificio.
¿Y si quieres mejorar las cosas directamente a través de tu carrera profesional? Si puedes conseguir tanto donando tan solo el 10 % de tus ingresos, lo que podrías conseguir con todo tu trabajo durante décadas podría ser enorme. De eso hablaremos en los tres próximos artículos.
‘¿Quieres hacer el bien? He aquí cómo elegir un área en la que centrarte’.
O puedes ver un esquema de la guía completa de carreras profesionales.