Si quieres lograr un cambio mediante tu carrera profesional, una forma de empezar es preguntarte cuáles son los problemas globales que requieren más atención. ¿Deberías trabajar en mejorar la educación, en combatir el cambio climático o la pobreza, o en otra cosa?
El consejo habitual es que te dediques a lo que más te interese, y parece que la mayoría de la gente termina trabajando en el problema social que primero capta su atención.
Eso es exactamente lo que hizo nuestro cofundador, Ben. A los 19 años, lo que más le interesaba era el cambio climático. Aquí está en una manifestación, en una foto muy artística:
Sin embargo, su interés por el cambio climático no era el resultado de una cuidadosa comparación de las ventajas y desventajas de trabajar en distintos problemas. En cambio, como él mismo admite, leyó por casualidad sobre el tema y le pareció interesante porque se trataba de un asunto científico y él era un cerebrito.
El problema de este enfoque es que podrías toparte con un área que no sea tan grande ni tan importante, o en la que no sea fácil conseguir avances. Además, es mucho más probable que te cruces con problemas que ya reciben mucha atención, lo que disminuye el impacto.
Entonces, ¿cómo puedes evitar caer en estos errores y hacer un bien mayor?
Hemos desarrollado tres preguntas para determinar cuáles son los problemas sociales más urgentes: aquellos en los que un año adicional de trabajo tendría el mayor impacto.
Las preguntas se basan en el trabajo de Open Philanthropy,a una fundación con miles de millones de dólares de fondos comprometidos, y el (modestamente llamado) Global Priorities Institute, un grupo de investigación de la Universidad de Oxford.
Puedes utilizar estos pasos para comparar áreas en las que podrías trabajar (por ejemplo, prevención de pandemias, riesgos de la IA o salud global), o si ya estás comprometido con un área, puedes comparar proyectos dentro de esa área (por ejemplo, investigación sobre la malaria o el VIH).
Los problemas más graves suelen tener una combinación de las siguientes características:
Grande en escala: ¿Cuál es la magnitud de este problema? ¿En qué medida afecta la vida actual de las personas? Y lo que es más importante, ¿qué efecto tendrá su resolución a largo plazo (incluido el muy, muy largo plazo, si es que existen tales efectos)?
Desatendido: ¿Cuántas personas y recursos se dedican ya a resolver este problema? ¿Están bien asignados los recursos que se dedican actualmente al problema? ¿Existen buenas razones por las que los mercados o los gobiernos no estén logrando avances en relación con este problema?
Solucionable: ¿Qué tan fácil sería lograr avances respecto a este problema? ¿Ya existen intervenciones para resolverlo de forma eficaz? De ser así, ¿cuán sólida es la evidencia que las respalda?
Para encontrar el problema en el que deberías trabajar, es importante que consideres tuaptitud personal. ¿Te motivaría dedicarte a resolverlo? Si estás más avanzado en tu carrera profesional, ¿tienes el conocimiento especializado pertinente?
Tendemos a evaluar la importancia de los distintos problemas sociales usando nuestra intuición, es decir, lo que nos parece importante a nivel visceral.
Por ejemplo, en 2005 la BBC escribió lo siguiente:
Todas las centrales nucleares se apagarán dentro de unos años. ¿Cómo podemos mantener encendidas las luces de Gran Bretaña? […] desenchufa el cargador de tu teléfono cuando no lo estés utilizando.
Esto molestó tanto a David MacKay, profesor de Física en Cambridge, que se dio a la tarea de averiguar qué tan malo es realmente dejar el teléfono enchufado. Consulta el relato de su intento por averiguarlo.
El punto es que aunque nunca más se dejara un cargador de teléfono enchufado, Gran Bretaña ahorraría, como mucho, el 0,01 % de su consumo personal de energía (y eso es sin tener en cuenta el uso industrial y similares). Aunque esta campaña de la BBC tuviera éxito, una estimación rápida muestra que su efecto no sería perceptible. MacKay dijo que era como “tratar de rescatar el Titanic con un colador de té”.
Todo ese esfuerzo se pudo haber empleado en cambiar el comportamiento de una forma que bien podría tener más de 750 veces ese impacto en el cambio climático, como instalar aislamiento en los hogares.b
Décadas de investigación han demostrado que no somos buenos para evaluar de forma intuitiva las diferencias de escala. Por ejemplo, en un estudio se descubrió que la gente estaba dispuesta a pagar aproximadamente la misma cantidad para salvar a 2 000 aves de los derrames petroleros que para salvar a 200 000 aves, aunque esto último fuera objetivamente 100 veces mejor. Este es un ejemplo de un error común llamado insensibilidad al alcance.
Para evitar caer presas de la insensibilidad al alcance, tenemos que echar mano de los números para hacer comparaciones, aunque sean muy aproximados.
En un artículo anterior, dijimos que el impacto social depende de la medida en que ayudes a los demás a vivir mejor. Por tanto, según esta definición, un problema es de mayor escala:
Cuanto mayor sea el número de personas afectadas.
Cuanto mayor sea el tamaño de los efectos por persona.
Cuanto mayores sean los beneficios a largo plazo de resolver el problema.
La escala es importante porque el efecto de las actividades sobre un problema suele ser proporcional al tamaño del problema. Lanza una campaña que acabe con el 10 % del problema de los cargadores de teléfono y conseguirás muy poco. Lanza una campaña que convenza al 10 % de la gente de instalar aislamiento en su casa y conseguirás mucho más.
Si no nos preocupara la importancia relativa de los distintos problemas de nuestra vida diaria.
2. ¿Está desatendido este problema?
En un artículo anterior, vimos que la medicina en EE. UU. y el Reino Unido es un problema relativamente saturado: hay más de 850 000 médicos en EE. UU. y el gasto sanitario es elevado. Por esta razón, es muy difícil que una persona adicional en el sector pueda hacer una gran contribución.c
No obstante, la salud en los países pobres recibe mucha menos atención, y esa es una de las razones por las que es posible salvar una vida con tan solo unos 5 000 dólares.
Cuanto mayor es el esfuerzo que ya se dedica a un problema, más difícil es que tú tengas éxito y hagas una contribución significativa. Esto se debe a los rendimientos decrecientes.
Cuando cosechas frutas de un árbol, empiezas por las que son más fáciles de alcanzar: las oportunidades al alcance de la mano. Cuando estas se terminan, las que quedan son más difíciles de alcanzar.
Lo mismo ocurre con el impacto social. Cuantas menos personas estén trabajando en un problema determinado, mayores y mejores son las oportunidades de avanzar para resolverlo. A medida que se trabaja más y más, cada vez es más difícil ser original y tener un gran impacto. Se puede representar así:
Rendimientos decrecientes del esfuerzo: es economía básica.
Los problemas de los que hablan tus amigos y en los que les interesaría trabajar son exactamente los mismos problemas en los que todo el mundo está trabajando. Por lo que no están desatendidos y probablemente tampoco sean los más urgentes.
Por el contrario, los problemas más urgentes —aquellos en los que podrías tener un mayor impacto— son áreas en las que quizás nunca se te hubiera ocurrido trabajar.
Todos sabemos de la lucha contra el cáncer, pero ¿qué hay de las lombrices parasitarias? No son atractivas para un buen vídeo musical de recaudación de fondos, pero estas diminutas criaturas han infectado a mil millones de personas en todo el mundo con enfermedades tropicales desatendidas.d Estas afecciones son mucho más fáciles de tratar que el cáncer, pero nunca oímos hablar de ellas porque rara vez afectan a la gente rica.
Así que, en lugar de seguir las tendencias, busca problemas que otras personas pasen sistemáticamente por alto. Por ejemplo:
¿Afecta el problema a grupos desatendidos, como los que están en países lejanos, los animales no humanos o las generaciones futuras, y no a nosotros?
¿Es el problema un acontecimiento de baja probabilidad que podría estar pasándose por alto?
¿Es poca la gente que conoce el problema?
Seguir este consejo es más difícil de lo que parece, porque significa destacar entre la multitud, que a su vez puede significar que parezcas un poco estrafalario.e
Sin duda, este es un problema desatendido, pero la desatención no es lo único que tienes que buscar.
3. ¿Se puede solucionar este problema?
Scared Straight es un programa que lleva a jóvenes que han cometido delitos menores a visitar prisiones y conocer a delincuentes convictos, para confrontarlos con su posible futuro si no cambian de actitud. El concepto demostró ser popular no solo como programa social, sino también como entretenimiento; se adaptó tanto para un aclamado documental como para un programa de televisión en A&E, que batió los récords de audiencia de la cadena tras su estreno.
Hay un único problema con Scared Straight: probablemente hace que los jóvenes cometan más delitos.
O, para ser más precisos, los jóvenes que pasaron por el programa sí cometieron menos delitos que antes, por lo que parecía que funcionaba. Pero la disminución fue menor en comparación con jóvenes similares que nunca participaron en el programa.
El efecto es tan significativo que el Instituto de Políticas Públicas del Estado de Washington estimó que cada dólar gastado en los programas Scared Straight causa un daño social de más de 200 dólares.f Consideramos que esta estimación es algo pesimista, pero aun así, parece que fue un gran error.
Nadie sabe a ciencia cierta a qué se debe, pero quizás influyó que los jóvenes se dieron cuenta de que la vida en la cárcel no era tan mala como pensaban, o quizás llegaron a admirar a los delincuentes.
Algunos intentos de hacer el bien, como Scared Straight, empeoran las cosas. Muchos otros no consiguen tener ningún impacto. David Anderson, de la Coalición por una Política Basada en la Evidencia estima que:
De los [programas sociales] que se han evaluado de manera rigurosa, la mayoría (quizás el 75 % o más), incluidos los respaldados por la opinión de expertos y estudios menos rigurosos, tiene efectos leves o nulos, y, en algunos casos, negativos.
Esto sugiere que si eliges involucrarte con una organización benéfica sin antes revisar la evidencia, lo más probable es que no tengas ningún impacto.
Peor aún, es muy difícil saber de antemano qué programas van a ser eficaces. ¿No nos crees? Responde nuestro cuestionario de 10 preguntas para ver si adivinas qué es eficaz:
Así que antes de elegir un problema social en el cual trabajar, pregúntate lo siguiente:
¿Hay alguna forma de avanzar en este problema con pruebas rigurosas que lo respalden? Por ejemplo, muchos estudios han demostrado que las mosquiteras contra la malaria previenen esta enfermedad.
Por otro lado, ¿hay alguna forma de poner a prueba programas prometedores que aún no se hayan comprobado pero que podrían ayudar a resolver este problema, y averiguar si funcionan?
¿Se trata de un problema en el que existe una posibilidad pequeña, aunque realista, de lograr un impacto masivo? Por ejemplo, detener pandemias catastróficas mediante mejores políticas.
Si la respuesta a todas estas preguntas es negativa, probablemente sea mejor buscar otra cosa.
Scared Straight mostraba a los delincuentes juveniles la vida dentro de la cárcel, con el objetivo de asustarlos y alejarlos de la delincuencia. El único inconveniente era que los hacía más propensos a delinquir. Imagen cortesía de A&ETV Beyond Scared Straight
Busca el mejor equilibrio de los factores
Es muy probable que no encuentres algo que destaque en las tres dimensiones. En tal caso, busca lo que resulte mejor en términos de equilibrio. Podría valer la pena ocuparse de un problema si es extremadamente importante y está muy desatendido, aunque parezca difícil de resolver.
Para obtener todos los detalles sobre el marco aquí expuesto, consulta este artículo monográfico, que también explica la manera en que puedes comparar áreas.
Tu aptitud personal y tu conocimiento especializado
No tiene sentido trabajar en un problema si no encuentras ningún puesto que vaya bien contigo: no estarás satisfecho ni tendrás mucho impacto.
Si bien es una gran idea encontrar un problema que reúna las características antes mencionadas (grande en escala, desatendido y solucionable), también querrás encontrar un puesto concreto que se adapte bien a ti.
Como explicaremos más adelante, la aptitud personal es tan importante que podría ser mejor que te centraras en un área que consideres menos urgente, si es lo suficientemente compatible contigo.
Al principio de tu carrera profesional, solo necesitas tener una idea general sobre los problemas en los que podrías querer trabajar en el futuro. Tu principal objetivo debe ser explorar y descubrir en qué eres bueno, y desarrollar las habilidades que te podrían ser útiles (hablaremos de esto en los dos próximos artículos). Más adelante podrás utilizar esas habilidades para hacer frente a los problemas más graves del momento.
Si ya eres experto en una habilidad concreta, entonces debes centrarte en encontrar la forma de utilizar ese conocimiento especializado para resolver un problema grave. No tendría sentido, por ejemplo, que un gran economista con una carrera exitosa se hiciera biólogo. En cambio, probablemente haya alguna forma de aplicar la economía a los problemas que consideres más urgentes. También puedes utilizar el marco antedicho para delimitar subcampos (por ejemplo, economía del desarrollo frente a políticas de empleo).
Entonces, ¿cuáles son los problemas más urgentes del mundo?
¿Cuáles son los mayores problemas del mundo de los que nadie habla y que se pueden resolver? De eso hablaremos en el siguiente artículo.
