Supererogación
Muchas teorías éticas sostienen que algunas acciones son supererogatorias, es decir, que son moralmente buenas pero no obligatorias. En cambio, la mayoría de las teorías consecuencialistas, incluido el utilitarismo, niegan que existan acciones supererogatorias. Estas teorías exige que actuemos siempre para obtener el mejor resultado. La teoría no deja espacio para acciones que son permisibles pero no producen las mejores consecuencias. Siempre que un agente pueda hacer más para ayudar a los demás que para ayudarse a sí mismo, debe hacerlo. Por esta razón, estas teorías son sumamente exigentes.