Problema del consumidor de carne
El problema del consumidor de carne (a veces llamado el problema del consumidor de carne pobre) es la preocupación de que algunas intervenciones dirigidas a ayudar a los humanos podrían aumentar el consumo de productos de origen animal y, como resultado, incrementar el sufrimiento animal en las granjas industriales a raíz de un aumento de los ingresos reales o de la población humana.
El problema del consumidor de carne parece haber sido descrito explícitamente por primera vez en un artículo de Felicifia del año 2009.1
Salvar vidas humanas o hacer que los humanos sean más prósperos es obviamente bueno en términos de efectos directos. Sin embargo, los humanos consumen productos de origen animal, lo que suele causar un enorme sufrimiento en los animales no humanos. El problema del consumidor de carne plantea que trabajar en la lucha contra la pobreza global podría ser menos eficaz de lo que suponemos, porque mejorar la vida de los humanos puede tener efectos negativos indirectos. Estos efectos podrían incluso superar los efectos positivos directos.
Aunque cuantificar estos efectos es difícil, una estimación sugiere que 1000 dólares adicionales al año para un individuo relativamente pobre pueden causar entre 1 y 190 días de sufrimiento animal.2 Algunos han argumentado que el problema no es tan grave, alegando que los animales tienen vidas netamente positivas o que los efectos sobre el consumo son relativamente pequeños.3
Alex Holness-Tofts (2020) Poor meat eater problem, Effective Altruism Forum, 10 de julio.
Carl Shulman (2015) Comment on “What is the expected effect of poverty alleviation efforts on existential risk?”, Effective Altruism Forum, 2 de octubre.
bienestar animal en las granjas • cambio en la dieta • carne cultivada • crecimiento económico • priorización de causas