Ética de la virtud
La ética de la virtud es una familia de perspectivas dentro de la ética normativa que sostienen que la moralidad de nuestras acciones procede de su relación con las virtudes y el carácter moral.
La ética de la virtud trata de cambiar el enfoque de la moral, dejando de lado las acciones concretas y centrándose en el carácter del individuo. Esta postura contrasta con aquellas que sostienen que la moralidad de una acción se deriva de sus consecuencias (consecuencialismo) o de su relación con un conjunto de normas o deberes (deontología).
Diferentes partidarios de la ética de la virtud la caracterizan de distinta forma, pero la mayoría vincula estrechamente esta perspectiva ética con la filosofía moral de Aristóteles. Aristóteles sostenía que virtudes como el valor o la honradez son un término medio entre dos rasgos de carácter en extremos opuestos. El valor, por ejemplo, es un término medio entre la cobardía y la temeridad. Sin embargo, el agente virtuoso no posee una sola virtud, sino un conjunto de virtudes que deben equilibrarse entre sí. Para abordar esta cuestión, Aristóteles, como la mayoría de los partidarios de la ética de la virtud, introduce la idea de un agente perfectamente virtuoso. Para cualquier acción dada, la acción correcta no es la que simplemente instancia una virtud, sino la que un agente ideal llevaría a cabo en esas circunstancias. Aristóteles sostenía también que la vida humana verdaderamente feliz (eudaimonia) solo puede alcanzarse teniendo un carácter virtuoso.
Rosalind Hursthouse & Glen Pettigrove (2003) Virtue ethics, Stanford Encyclopedia of Philosophy, 18 de julio (última actualización: 8 de diciembre de 2016).
bienestar • consecuencialismo • deontología • ética normativa