Respuesta al Informe de políticas de Nuestra Agenda Común 1: “Pensar en las generaciones futuras y actuar en su beneficio”
La Oficina Ejecutiva del Secretario General (OESG) de las Naciones Unidas está publicando una serie de informes de políticas para orientar los procesos de Nuestra Agenda Común. El 9 de marzo de 2023, la OESG publicó sus dos primeros informes de políticas sobre las generaciones futuras y la Plataforma de Emergencia.
El Simon Institute for Longterm Governance se asoció con Riesgos Catastróficos Globales para revisar los informes y ofrecer aportes sustantivos que contribuyan al impacto de estos esfuerzos.
El denominador común en todas las culturas, regiones y épocas es que las generaciones futuras heredarán lo que nosotros dejemos atrás. El cuidado de las generaciones futuras es transversal a todos los ámbitos: derechos humanos, protección del medio ambiente, progreso tecnológico, etc. Al trabajar para proteger a las generaciones futuras, nos basamos en una visión compartida para mejorar nuestro mundo para hoy y mañana.
Apreciamos el énfasis que se pone en este informe de políticas en el vínculo intrínseco entre el desarrollo sostenible y las generaciones futuras. Todos deberíamos considerar el impacto de nuestras políticas y planes de desarrollo actuales en el futuro para crear programas que tengan un impacto positivo duradero. De hecho, la relación entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y las generaciones futuras tiene dos vertientes: los ODS orientan sobre cómo preservar a las generaciones futuras, y las generaciones futuras orientan sobre cómo implementar los ODS.
El sistema internacional debe preservar el bienestar de las generaciones futuras evitando que las crisis mundiales se conviertan en riesgos catastróficos globales. Además, debe prevenir las catástrofes existenciales (catástrofes que llevarían a la extinción de la humanidad) mediante un desarrollo que tenga en cuenta los riesgos y una gestión adecuada de la tecnología emergente, ya que es cada vez más probable que se produzcan riesgos existenciales como consecuencia del desarrollo tecnológico.
Necesitamos instituciones que sean aptas para el fin perseguido y capaces de afrontar desafíos a largo plazo, salvaguardando y mejorando así la capacidad de las generaciones futuras para prosperar. Para que las instituciones se consideren aptas para la gobernanza a largo plazo, deben:
También necesitamos herramientas de diseño que nos permitan preparar las políticas para el futuro:
1. Nombrar un Enviado Especial para las Generaciones Futuras.
El nombramiento de un Enviado Especial para las Generaciones Futuras sería fundamental para dar voz a las generaciones futuras dentro del sistema de las Naciones Unidas. Concebimos su papel como defensor dedicado de los intereses de las generaciones futuras, así como asesor clave de las distintas instituciones en la aplicación de políticas preparadas para el futuro y preocupadas por las generaciones futuras.
Debemos reconocer que algunos países de ingresos bajos y medios carecen de la capacidad necesaria para institucionalizar las consideraciones relativas a las generaciones futuras. El Enviado Especial para las Generaciones Futuras debería desarrollar las mejores prácticas para proteger los intereses de las generaciones futuras cuando se carezca de capacidad institucional, involucrando a representantes de la sociedad civil como guardianes.
Recomendamos a los Estados miembros que nombren sin demora a un candidato para el cargo de Enviado para las Generaciones Futuras, que será designado en la reunión ministerial preparatoria. Con una voz dedicada a las generaciones futuras antes de la Cumbre del Futuro, el Enviado generaría impulso y ambiciones en torno a los objetivos de la Cumbre de 2024.
2. Construir ambiciones para los Laboratorios de Futuros.
Los Laboratorios de Futuros de las Naciones Unidas deberían orientar todos los demás procesos de Nuestra Agenda Común unificando la capacidad de previsión de las Naciones Unidas.
Los Laboratorios de Futuros también deberían liderar el considerable trabajo de desarrollo de capacidades, de síntesis de conocimientos y de seguimiento necesarios para poner en práctica la preparación para el futuro y la previsión para las generaciones futuras a nivel multilateral. Debería apoyar el desarrollo de infraestructuras financiadas por los gobiernos para aplicar la preparación para el futuro a escala nacional.
Recomendamos que los Laboratorios de Futuros colaboren con instituciones de pronosticación como el Good Judgment Project o Metaculus, que tienen amplios conocimientos y experiencia en orientar la toma de decisiones por medio de la pronosticación de expertos.
También recomendamos que los Laboratorios de Futuros colaboren con las principales instituciones de previsión estratégica, como la unidad de previsión de la OCDE, para llevar a cabo una exploración y un análisis rigurosos de los posibles escenarios futuros relacionados con el riesgo catastrófico global y el riesgo existencial, y así poder orientar decisiones estratégicas en situaciones de incertidumbre.
3. Adoptar una Declaración para las Generaciones Futuras.
La Declaración para las Generaciones Futuras debería ser el fundamento moral subyacente al Pacto para el Futuro.
Siguiendo las recomendaciones de Hale et al. (2023) la Declaración para las Generaciones Futuras debería incluir:
Recomendamos que se elabore un borrador completo de la Declaración para las Generaciones Futuras para la reunión ministerial preparatoria del 18 de septiembre de 2023, a fin de disponer de tiempo suficiente para perfeccionar su contenido antes de adoptar la declaración en la Cumbre del Futuro.