Insensibilidad al alcance: no apreciar el número de quienes necesitan nuestra ayuda
Piensa en un billón de animales. Ahora piensa en un trillón. La segunda cifra es considerablemente mayor. Sin embargo, a mucha gente le resulta difícil hacerse una idea de la magnitud de semejante diferencia. Por lo tanto, ocurre con frecuencia que no evaluamos correctamente lo que debemos hacer en situaciones que afectan a grandes cantidades de individuos.
Esto se debe a un sesgo cognitivo llamado insensibilidad al alcance, también conocido como negligencia del alcance. El problema surge cuando no nos damos cuenta del alcance real de cierta cantidad. De este modo, cuando comparamos dos cantidades diferentes no advertimos la diferencia entre una y otra. Esto suele ocurrir cuando las cantidades son muy grandes.
La insensibilidad al alcance hace que la gente no ajuste su valoración de un problema en proporción a su magnitud o escala.1 Ello afecta particularmente nuestras opiniones sobre la ayuda que debemos ofrecer a los animales, debido al enorme sufrimiento que padecen y al enorme número de individuos involucrados.
La insensibilidad al alcance ocurre, probablemente, debido a nuestra incapacidad de visualizar o imaginar de algún modo esas enormes cantidades. Cuando no somos capaces de visualizar una situación en que una gran cantidad de individuos necesita de nuestra ayuda, solo podemos tratar de entenderla a un nivel cuantitativo más abstracto. Esto rara vez desencadena en nosotros una reacción emocional fuerte, como las que experimentamos cuando ayudamos a un número concreto de individuos que sí podemos visualizar. Se ha argumentado que no involucrarse emocionalmente puede llevar a la inacción, lo cual es importante desde un punto de vista ético.2 Por ello, la insensibilidad al alcance puede llevarnos a tomar decisiones que no son las mejores en situaciones donde el objetivo es ayudar al mayor número posible de individuos.3 De hecho, muchas veces estas decisiones resultan ser bastante malas.
En el estudio original que evaluó este fenómeno, se les preguntó a diferentes grupos de personas cuánto pagarían para salvar a tres grupos de aves—uno de 2 000 aves, otro de 20 000 aves, y un tercero de 200 000 aves—de morir ahogadas en aguas contaminadas con petróleo. Suponiendo que la intención de la gente sea realmente ayudar a la mayor cantidad de aves posible, debería valorarse equitativamente cada una de sus vidas. Si las personas reflexionaran sobre el asunto con total claridad, sería de esperar que pagaran 10 veces más por salvar al segundo grupo que por salvar al primero, y 100 veces más por salvar al tercero. Sin embargo, los resultados mostraron que la voluntad de pagar no aumentó en proporción al número de aves que se salvarían.4 Los participantes estaban dispuestos a pagar 80 dólares para salvar a 2 000 aves y 78 para salvar a 20 000, es decir, 2 dólares menos para salvar a 18 000 individuos más. Finalmente, estas personas se mostraron dispuestas a pagar 88 dólares para salvar a 200 000, esto es, solamente 8 dólares más para ayudar a 180 000 aves más. Los datos sugieren que los participantes valoraban menos a cada ave individual cuantas más aves fueran salvadas (4, 0,39 y 0,044 centavos respectivamente).
Este es un caso claro de insensibilidad al alcance. El hecho de que los participantes solamente estuvieran dispuestos a pagar 80 dólares para salvar a un grupo de 2 000 aves resulta problemático por sí solo. Pero la insensibilidad al alcance que mostraron también es preocupante por el modo en que entorpecía su juicio moral cuando se les presentaban grandes cantidades de individuos que necesitaban ayuda.
Una explicación de cómo se produce la insensibilidad al alcance tiene que ver con el modo en que solemos representarnos las cosas cuando queremos entenderlas, lo que se conoce como heurística de la representatividad (las heurísticas, también conocidas como “atajos mentales”, son formas de resolver problemas fácilmente, especialmente cuando tenemos que tomar una decisión). La heurística de la representatividad describe la tendencia de las personas a imaginar un ejemplo simple y normal del tipo de problema que se les presenta, en lugar de imaginarse todos los detalles específicos del caso en cuestión, lo cual sería mucho más complejo. Como todas las heurísticas, también esta puede ser un atajo mental útil, ya que reduce los problemas a una escala más manejable, simplificando así nuestros esfuerzos de procesamiento de la información y de toma de decisiones.
Sin embargo, como muestra el ejemplo anterior, este mecanismo puede ser inapropiado en muchas situaciones. En el ejemplo, las personas tendían a imaginar o visualizar aproximadamente la misma cantidad, de modo que su empatía natural se veía estimulada prácticamente en el mismo grado por todas las alternativas (a pesar de las significativas diferencias existentes).5
Si el objetivo de una persona es sentirse bien, o evitar sentirse mal, recurriendo a algún comportamiento altruista (como una donación benéfica), no hay un incentivo que la lleve a analizar si realmente está haciendo algo bueno o si solo aparenta que lo hace, porque siente lo mismo en ambos casos y eso todo lo que le importa.6 Además, enfrentarse a una gran cantidad de sufrimiento puede llevar a lo que se conoce como colapso de la compasión, un mecanismo de defensa que reduce o elimina nuestra sensibilidad a los daños que sufren otros seres cuando nos encontramos ante cantidades inmensas de sufrimiento.7 Como resultado, la gente tiende a no hacer el esfuerzo cognitivo necesario para contrarrestar la negligencia de alcance.
Dicho esto, parte del problema puede ser que muchas personas simplemente no son conscientes del sesgo, lo que significa que sí ajustarían sus decisiones si se las informara de su existencia.8
Además, debido al papel fundamental de las emociones en las intuiciones morales y los procesos de toma de decisiones,9 se ha demostrado que el aumento de la preocupación emocional por las víctimas individuales del sufrimiento a gran escala incrementa la preocupación general. También se ha demostrado que las historias personales y las imágenes visuales incitan más a ayudar que el mero uso de figuras numéricas y estadísticas abstractas. Estas descripciones vívidas de individuos necesitados pueden resultar útiles para mantener las emociones exaltadas cuando hay grandes números de individuos involucrados.10 Esta es una manera de intentar ajustar el activismo a la existencia de sesgos cognitivos. Pero esta estrategia puede resultar problemática, ya que no siempre seremos capaces de ponerla en práctica. Por ejemplo, es posible que no podamos ofrecer este tipo de historias cuando consideremos nuevas formas posibles de sufrimiento en el futuro.
La insensibilidad al alcance es especialmente problemática cuando nos impide ayudar a animales que viven en estado salvaje. Existe una cantidad astronómica de sufrimiento que tiene lugar constantemente en el mundo natural. Por ejemplo, se calcula que el número de insectos que viven en estado salvaje es 1018.11 La mayoría de estos animales experimenta una muerte dolorosa en sus primeros días de vida. Esta cantidad de sufrimiento eclipsa por completo el sufrimiento con el que lidiamos o en el que pensamos cotidianamente.
Para reaccionar de manera correcta a estas magnitudes, debemos prepararnos para ajustar nuestra reacción emocional inicial basándonos en nuestro entendimiento abstracto de la cantidad. Por ejemplo, podemos tratar de imaginar el mayor número de insectos posible y después intentar recordar que el problema es todavía mucho mayor.
Debería darse una misma consideración al sufrimiento equivalente de cada individuo. Desafortunadamente, la valoración de las vidas individuales y del sufrimiento se guía muchas veces por intuiciones morales que en gran medida sufren la influencia de mecanismos irracionales y emociones que pueden llevarnos a juicios parciales. Como hemos visto aquí, uno de estos mecanismos es la insensibilidad al alcance.
Por tanto, no podemos confiar únicamente en nuestros procesos de decisión más inmediatos cuando hacemos juicios morales que involucran a un gran número de individuos. Debemos tener esto en cuenta e intentar hacer ajustes sabiendo que este sesgo puede llevarnos a cometer errores al tomar decisiones.
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Esta es una traducción directa del artículo original, publicado bajo licencia CC BY 4.0.