Planificación familiar
La planificación familiar es el uso o el suministro de métodos anticonceptivos para limitar o espaciar el número de hijos nacidos de una misma madre.
La planificación familiar es ampliamente reconocida como una intervención sanitaria muy costo-eficaz, sobre todo por sus efectos en la reducción de los embarazos no deseados y de las enfermedades de transmisión sexual. Se ha calculado que cada dólar donado a la planificación familiar puede ahorrar entre 2 dólares (en Etiopía) y 9 dólares (en Bolivia) en gastos sanitarios; el ahorro promedio por cada mujer que utiliza métodos anticonceptivos modernos es de 8 dólares.
El uso de anticonceptivos reduce los riesgos de muerte por parto al prevenir los embarazos de alto riesgo.1 Estos riesgos incluyen, entre otros, el embarazo en mujeres muy jóvenes, el embarazo en mujeres mayores, los partos muy seguidos y los partos en mujeres que ya han dado a luz muchas veces.
En los países en desarrollo, los niños nacidos hasta dos años después de un hermano mayor tenían un riesgo 60 % mayor de morir en la infancia, mientras que los nacidos entre dos y tres años tenían un riesgo 10 % mayor, en comparación con los niños nacidos tras intervalos de cuatro a cinco años.2 Por lo tanto, el uso de anticonceptivos para aumentar el intervalo entre nacimientos reduce la mortalidad infantil.3