El mundo es horrible. El mundo está mucho mejor. El mundo puede estar mucho mejor.
El mundo es horrible. El mundo está mucho mejor. El mundo puede estar mucho mejor. Las tres afirmaciones son ciertas al mismo tiempo.
Los debates sobre el estado del mundo se centran con demasiada frecuencia en la primera afirmación: las noticias destacan lo que va mal y rara vez mencionan algún acontecimiento positivo.
La reacción a esta narrativa lleva las cosas al otro extremo, que es igualmente perjudicial. Comunicar únicamente los avances que el mundo ha logrado resulta inútil, o incluso repugnante, cuando se pasan por alto los problemas que hoy son reales.
Es difícil resistir la tentación de a adoptar una de estas dos perspectivas. Pero para ver que un mundo mejor es posible tenemos que ver que ambas cosas son ciertas al mismo tiempo: el mundo es horrible y el mundo está mucho mejor.
Para ilustrar lo que quiero decir, utilizaré el ejemplo de una de las mayores tragedias de la humanidad: la muerte de sus hijos. Pero lo mismo ocurre con muchos otros problemas del mundo. La humanidad se enfrenta a muchos problemas que han mejorado con el tiempo, aunque sigan siendo terribles, y que sabemos que pueden mejorar.a
A nivel mundial, el 4,3 % de los niños mueren antes de cumplir los 15 años. Estos son los datos para 2020, el año más reciente disponible.
Esto significa que cada año mueren 5,9 millones de niños: 16 000 niños en un día normal y 11 niños cada minuto.b
Está claro que un mundo en el que ocurren miles de tragedias cada día es horrible.
La gran lección de la historia es que las cosas cambian. Pero es difícil imaginar lo terribles que eran antes las condiciones de vida y eso hace difícil comprender cuánto ha cambiado el mundo.
Los datos pueden ayudar a comprender la magnitud del cambio. Los historiadores estiman que en el pasado alrededor de la mitad de los niños morían antes de llegar al final de la pubertad. Esto ocurría independientemente del lugar del mundo en el que naciera un niño y recién empezó a cambiar en el siglo XIX, hace apenas unas generaciones.c
Es difícil de imaginar, pero la mortalidad infantil en los lugares más desfavorecidos es hoy mucho más baja que en cualquier otro lugar del pasado. Incluso en los países más ricos del mundo la mortalidad infantil era mucho mayor hace muy poco. En Somalia, el país con la mortalidad más alta en la actualidad, mueren aproximadamente el 14 % de todos los niños que nacen.d Hace tan solo unas generaciones, la tasa de mortalidad era más de tres veces superior incluso en los lugares más prósperos de la Tierra.1
Lo que aprendemos de nuestra historia es que cambiar el mundo es posible. Por desgracia, los datos a largo plazo sobre cómo han cambiado las condiciones de vida rara vez se estudian en la escuela y rara vez aparecen en los medios de comunicación. En consecuencia, muchos desconocen por completo incluso los avances positivos del mundo más fundamentales.
Pero este hecho —que es posible cambiar el mundo y lograr un progreso extraordinario para sociedades enteras— es algo que todos deberían conocer.
El progreso a lo largo del tiempo demuestra que ha sido posible cambiar el mundo en el pasado, pero ¿sabemos si es posible continuar este progreso en el futuro? ¿O hemos nacido tal vez en ese desafortunado momento de la historia en el que el progreso tiene que detenerse?
El estudio de los datos globales sugiere que no hay razones para suponer que el progreso haya llegado a su fin.
Una forma de comprobarlo es observar los lugares del mundo con las mejores condiciones de vida en la actualidad. Los lugares con las mejores condiciones muestran que una mortalidad infantil extremadamente baja no es solo una posibilidad, sino que ya es una realidad.
La región del mundo donde los niños tienen más posibilidades de sobrevivir a la infancia es la Unión Europea. El 99,55 % de los niños nacidos en la UE sobreviven a la infancia.e
Para ver cuánto mejor puede ser el mundo, podemos preguntarnos cómo sería el mundo si esto fuera una realidad en todas partes. ¿Y si los niños de todo el mundo estuvieran tan bien como los de la UE? Morirían cinco millones de niños menos al año.f
Por supuesto, la tasa de mortalidad infantil en la UE sigue siendo demasiado alta, y no hay razón por la que el progreso deba deternerse ahí. Cánceres como la leucemia y los tumores cerebrales matan a cientos de niños, incluso en los países más ricos del mundo actual. Debemos esforzarnos por encontrar formas de prevenir estas trágicas muertes.
Sin embargo, las mayores oportunidades para evitar el dolor y el sufrimiento de los niños se encuentran en los países más pobres. Allí no solo sabemos que las cosas pueden mejorar, sino cómo mejorarlas.
Puedes utilizar esta investigación sobre cómo hacer del mundo un lugar mejor para contribuir tú mismo a este progreso. Te recomiendo que te bases en las investigaciones publicadas por la organización sin ánimo de lucro GiveWell.org. El equipo de GiveWell lleva años identificando las organizaciones benéficas más costo-eficaces para que tu donación tenga el mayor impacto positivo en la vida de los demás. Varias de las organizaciones benéficas recomendadas se centran en mejorar la salud de los niños, ofreciéndote la oportunidad de contribuir a la lucha contra la mortalidad infantil.
Las investigaciones sobre cómo prevenir la mortalidad infantil y el hecho de que la mortalidad infantil en regiones enteras del mundo sea 10 veces inferior a la media mundial muestran lo que es posible lograr. Millones de muertes infantiles son evitables. Sabemos que es posible hacer del mundo un lugar mejor.
Agradecimientos: Quiero dar las gracias a Hannah Ritchie y Toby Ord por sus comentarios.
Esta es una traducción directa del artículo original, publicado bajo licencia CC BY 4.0.